Cómo lograr que los servidores en la nube sean tu mejor aliado

Apuntar a la nube, pero con los pies en la tierra, esa es la mejor forma de explicar cuál debe ser la estrategia ideal para que la computación en la nube sea un servicio con objetivos claros y expectativas concretas. 

El cloud computing ayuda a las empresas a mejorar su eficiencia comercial y a reducir los costos, entre otras múltiples ventajas como la flexibilidad, escalabilidad y agilidad. Sin embargo, aunque el aumento del volumen de datos empuja a las empresas hacia la nube, los especialistas resaltan algo fundamental a tener en cuenta: “La nube debe considerarse como un medio para alcanzar un fin. Pero primero se debe especificar el fin”. 

Oportunidades y desafíos de la nube

Relevamientos recientes destacan que la ausencia de costos iniciales de configuración de la infraestructura y la disponibilidad de los servicios de computación bajo demanda son aspectos centrales que impulsan a las pequeñas y medianas empresas a la nube. Estos factores contribuyen con el crecimiento y propician una gestión mejorada de la carga de trabajo.  

Por otro lado, una advertencia a tener en cuenta. En la práctica uno de los errores más frecuentes reside en que los directores entienden que “en la nube sucede la magia” y esta expectativa desmedida es el comienzo de una cadena de malentendidos. Así como toda empresa logra un mejor posicionamiento cuando sustenta sus operaciones sobre una estrategia de negocios clara, de la misma manera la migración a la nube generará resultados superadores cuando se realice en base a objetivos concretos. Vale aclarar que los objetivos del cloud computing no son lo mismo que el plan de implementación: se trata de definir el CÓMO, el POR QUÉ y el PARA QUÉ.

Cuando la organización da un paso clave en la reorganización de sus datos e información, es fundamental documentar claramente desde los responsables involucrados en la migración y en el manejo y acceso a todos esos datos, hasta los objetivos comerciales y los beneficios potenciales que se esperan alcanzar: ¿por qué la empresa está interesada en utilizar la nube?, ¿qué es lo que está tratando de lograr?

Definir, asimismo, el tipo de nube (pública, privada y/o híbrida), los patrones de seguridad, roles y accesos, será parte muy necesaria de este ejercicio inicial de desembarco en la nube.

Falsas expectativas y mitos de la nube: la tecnología es obsolescencia

Si la organización partió rumbo al cloud sobre la base de toda esta información formulada correctamente, aclarando y concientizando el por qué de sus pasos, entonces tendrá una clara perspectiva de funcionamiento que le permitirá evitar caer en las falsas expectativas y mitos frecuentes, entre los cuales se encuentran especialmente los siguientes:  

• La nube sirve para todo. Si bien la nube es una gran opción para muchas actividades, como las cargas de trabajo o acceso inclusivo a la información, no todas las aplicaciones ni las cargas de trabajo son aptas. Por ejemplo, trasladar algunas aplicaciones heredadas puede resultar complejo y costoso. Es bueno pensar de antemano soluciones o alternativas para cuando sea necesario. 

• La estrategia de nube se reemplaza con un buen proveedor. Como vimos, la computación en la nube no es “una sola cosa”, y solo mediante una estrategia acorde puede tener una base real de expectativas. Los servicios son amplios y abarcan múltiples niveles, modelos, alcances y aplicaciones. La empresa debe definir qué necesita de cada proveedor.

• La nube es más segura que las capacidades internas. Si bien tradicionalmente hay muy pocas violaciones de la seguridad en la nube pública, la higiene en ciberseguridad de la nube es una responsabilidad compartida entre el proveedor y el consumidor. Es clave que los CIOs evalúen sus capacidades reales y las capacidades de la empresa, para mantener un equilibrio razonable. 

•  La multinube evita depender de un proveedor. La mayoría de las empresas suelen empezar con un proveedor de la nube, pero con el tiempo consideran sumar otro. La multinube no debe responder solo a este miedo infundado, sino que debe responder a otras intenciones, como a la búsqueda de mayor funcionalidad o el análisis de grandes conglomerados de datos.  

• Migrar a la nube es un objetivo en sí mismo. La nube es mucho más que un mero realojamiento de datos. Es también un modelo operativo y una tecnología, y esto hace que las empresas que tienen éxito sean las que adaptan su proceso operativo para aprovechar al máximo los principios del cloud.

Migrar es solo el inicio de hacer las cosas de una manera diferente. Es ahí cuando los negocios se sumergen en un proceso de reelaborar y redefinir procedimientos. Prever una gestión y evolución continua de las tareas y del desempeño integral de todo el equipo va a ser necesario para hacer que cada paso los acerque hacia los objetivos planteados al inicio. Las actividades post-migración deben ser parte del plan inicial de implementación de la nube. Contar con un proveedor de servicios de TI especialista en cloud computing que acompañe todo el proceso de transformación puede ser una gran ayuda.

¿Está tu empresa lista para ir hacia la nube? ¿Tienes dudas de cómo abordarlo?