Ciberseguridad 2022: ¿cómo prevenir las amenazas más frecuentes?

Los delitos informáticos presentan una tendencia en alza que no se detiene desde el inicio de la pandemia. La “nueva normalidad”, en la que muchas actividades pasaron de la presencialidad a la virtualidad, generó un aumento en las transacciones por medios digitales. Las empresas mantienen cierta estructura de trabajo remoto, con nubes híbridas y redes extendidas, y las infraestructuras de TI necesitan prever posibles puntos de vulnerabilidad antes que sea demasiado tarde. Veamos a continuación qué pasó en el 2021 y cómo surfear este 2022 lo más ilesos posibles.

El Balance anual de la Brigada Investigadora del Cibercrimen (Bricib) detalla que el alza en las cifras durante el último año es una muestra de que los delitos a través de internet son una realidad y deben ser una preocupación para nuestra sociedad. 

Se prevé que durante 2022 la cantidad de dispositivos de IoT conectados alcanzará los 18 mil millones, algo que propicia un aumento en los puntos de acceso potenciales para los ciberdelincuentes. 

Amenazas más frecuentes

Entre las modalidades de ciberdelito más frecuentes en los últimos tiempos se encuentran: 

• El Phishing o suplantación de identidad.
  
  
• Las aplicaciones y correos falsos para robo de información, datos e identidades. 
  
  
• El malware o software intrusivo que accede a dispositivos de diversos tipos, atravesando barreras de control, para robar información.

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La seguridad es un elemento crítico que necesita integrarse en cada eslabón de la cadena de intercambios de información de una empresa y, al mismo tiempo, evolucionar al ritmo en que crece y va variando el uso de la información y los dispositivos involucrados. Además, hoy más que nunca la seguridad informática debe pensarse como un accionar evolutivo, que acompañe el crecimiento y diversificación de los entornos y todo el ecosistema de la compañía. 

Ciberdelitos más investigados entre 2020 y 2021 

A continuación los delitos más investigados de los últimos años según el ya mencionado balance anual de la Brigada Investigadora del Cibercrimen (Bricib): 

• Estafas y defraudaciones contra particulares (30%+)
   
• Sabotaje informático (45%+)
   
• Adquisición o almacenamiento de material porno infantil (55%+)
  
   

¿Qué acciones tomar en este nuevo contexto? 

Abordar la seguridad corporativa es prevenir las amenazas que ya advertimos en 2021 y generar un ambiente seguro para el presente. Estas son las recomendaciones para el 2022: 

Listar y analizar herramientas: hacer una revisión exhausta de activos, riesgos y recursos que se utilicen para acceder a información corporativa o de los clientes para poder analizar los riesgos relacionados a cada uno de ellos. 

Crear políticas: informar al equipo acerca de los permisos, tipos de acceso y mecanismos de seguridad que la empresa incorpore en cada momento, y asegurar su cumplimiento. Definir quién tiene acceso a qué datos dentro de la organización, con qué fin y qué están autorizados a hacer con ellos. 

Capacitar a todos los integrantes: el equipo debe entender por qué son necesarias las políticas y reglamentaciones asociadas a la seguridad informática; y esto implica invertir en capacitación y concientización. Generar conciencia sobre temas relacionados al manejo de información, la importancia de la seguridad de IT y las complicaciones que genera el contexto de ciberdelitos en alza es una manera de alinear los esfuerzos hacia un modelo más seguro de trabajo. 

Sumar IA: La Inteligencia Artificial es una de las herramientas que más colabora en la detección del accionar delictivo porque identifica patrones de comportamiento que pueden indicar cuando ocurra algún intercambio fuera de lo común.

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¿Cómo lograr la higiene de su seguridad informática?

En la medida en que los directivos corporativos se centren cada vez más en la seguridad cibernética, el rol del CISO (director de seguridad de la información) y de los proveedores aliados al servicio de la seguridad informática ganarán protagonismo y se pondrá foco en la prevención. Anticiparse es la política de seguridad más eficiente y económica.

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